lunes, 22 de septiembre de 2014

rEDUvolution



Hay una pedagogía que cae en la tierra y fructifica. Como la buena semilla, toma de la tierra, del agua y del sol el alimento y crece hasta convertirse en un robusto árbol bajo cuyas ramas nos cobijamos y crecemos: es una pedagogía orgánica. Sin embargo, hay otra pedagogía que envenena la tierra y cuyos frutos no tienen sabor ni son sanos para el ser humano: es la pedagogía tóxica y sus raíces se extienden por todas las materias y ámbitos del sistema educativo.
Este término puede parecer agresivo pero en realidad es como lo debemos de ver, a los niños se le dan demasiados informaciones que no sirven para nada, estas informaciones que pueden ser difíciles de entender para ellos pueden producirles desganas o crearles un sentimiento de frustración por no saber cómo afrontar ese conocimiento, asi pues, ese termino de “pedagogías toxicas” me parece el mas oportuno al igual que María.

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